En un mundo donde el amor propio es visto como arrogancia, narcisismo o complejo de superioridad, es difícil aceptar que debemos amarnos a nosotros mismos para poder ser felices.
Lo más importante que se necesita saber es que la arrogancia, el narcisismo y el complejo de superioridad sí existen, sin embargo, no tienen relación con el amor propio.
Una persona que se ama a sí misma no busca compensar sus inseguridades tratando a las demás personas como si valieran menos. De hecho, las personas que tienen este tipo de comportamiento tienen poco o nada de amor propio.
Diálogo Interno
Siempre dije que la persona a la que más temor le tenía en mi vida era a mí misma. La forma en que me hablaba a mí misma cuando cometía un error era severa. Llegaba al punto de castigarme por cometer cualquier tipo de error, por más pequeño que fuera. Luego me hacía sentir a mi misma como si no mereciera nada bueno. Esto generalmente ocurría de manera inconsciente.
Esta relación y diálogo interno que tenemos viene desde nuestra infancia y es prácticamente la voz de nuestros padres cuando cometíamos errores. Es importante aprender a perdonar a nuestros padres ya que ellos no estaban 100% conscientes de los efectos que podían causar en nosotros con su manera de disciplinarnos.
Lograr tener amor propio implica que tu vida va a mejorar en todas las áreas: profesional, social y de pareja. En mi opinión, las dos mejores formas de lograrlo son las siguientes:
Detectar Nuestros Pensamientos
A veces las personas no se toman el tiempo de analizar sus propios pensamientos. Piensan que son automáticos y que no hay forma de detectarlos. Sin embargo, detectar y reconocer algunos de tus pensamientos es posible.
Para lograr esto, es necesario practicar la meditación constante. Esto ayuda a tener un mejor control de pensamientos y por lo tanto emociones más positivas.
Cuando se aprende a detectar pensamientos, las personas empiezan a escucharse a sí mismas y a darse cuenta de su diálogo interno; al darse cuenta del diálogo negativo, se cambia a un diálogo positivo que sea más compasivo, comprensivo y gentil.
Prácticamente, se forma un diálogo interno parecido a la forma que le hablarías a un niño, a tu mejor amigo o a un familiar. Normalmente, hablamos de una forma más compasiva a alguien que amamos y apreciamos a diferencia de cómo nos hablamos a nosotros mismos.
Saber Nuestro Valor
Es muy importante que aprendamos que nuestro valor como personas no depende de nuestros logros, nuestra imagen, la cantidad de dinero u objetos que poseemos o lo complacientes que somos con los demás.
Todos tenemos valor por simplemente existir en el mundo. Nuestro valor no depende de nada ni nadie, nacimos siendo valiosos y moriremos siendo valiosos, no importando lo que poseamos o hagamos en nuestra vida.
Si una persona comprende este concepto y lo internaliza, logra sentir amor propio de una manera más estable. Es decir, en situaciones de crítica y juicio, esta persona va a mantener su amor propio porque sabe que no importa cuantos errores cometa, va a seguir teniendo valor por el simple hecho de existir.
Es difícil internalizar estas ideas ya que crecimos creyendo que debemos “ganar” el afecto de los demás por medio de nuestras acciones y que tenemos que hacer muchas cosas para que los demás nos consideren valiosos. Lamentablemente, este pensamiento en la sociedad moderna está completamente normalizado y es así como estamos también condicionados con el amor propio.
Es importante también recordar que si no se tiene amor propio no se puede tener relaciones saludables con las demás personas.
Te invito a que empieces tu camino para aprender a amarte incondicionalmente y así vivir una vida plena y llena de felicidad.
Adriana Palomo
Psicóloga Clínica
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