Ufff… ¡Me hace falta energía, compraré un multivitamínico!... Ohhh ¡¡¡Un reto en donde me animan a perder peso si cambio un tiempo de comida por un “batido nutricional” creo que probaré!!!... ¡El entrenador del gym me dijo que debo comprar una proteína para subir más rápido mi músculo, así que la compraré!...
¿Te suena conocido?
Recientemente, y más con el uso aumentado de las redes sociales, vemos ofertas de productos “Milagrosos naturales” vendidos como suplementos y esto no es correcto, su uso no es como el de un suplemento, estos realmente son Complementos, ahora vemos por qué y las diferencias entre los mismos.
Un suplemento nutricional es un producto que provee nutrientes específicos deficientes en la dieta habitual de una persona, es decir, suplen uno o más nutrientes deficientes en las comidas. No deben usarse en lugar de una comida, sino como reemplazo o adición de un nutriente para satisfacer las necesidades o requerimientos nutricionales.
En cambio, un complemento nutricional es un producto o alimento convencional fortificado, que incrementa el aporte de nutrientes a la dieta, pero no cubre una deficiencia nutricional al 100%, puede hacer eficiente algún proceso metabólico en nuestro cuerpo (como los probióticos y las enzimas digestivas), pero por si solo es insuficiente.
Al ver la Tabla 1, se puede determinar que muchos suplementos se pueden utilizar como complementos, pero un complemento jamás puede ser un suplemento, ya que no cubrirá una deficiencia nutricional.
En Guatemala, de acuerdo a la ENMICRON -Encuesta Nacional de Micronutrientes- 2009-2010 las deficiencias de zinc, hierro y vitamina B12 en niños de 6 meses a 5 años, y en mujeres en la edad fértil, son problemas grave de salud pública, con una prevalencia del 41%, 49% y 51% respectivamente, lo cual significa que la mayoría de niños menores de cinco años y la mitad de las mujeres en la edad fértil presentan anemia ferropénica y megaloblástica debido a la falta de acceso de alimentos, lo cual seguramente, con la pandemia, aumentó, dando lugar a más desnutrición en el país. Así que, en esta población la suplementación con micronutrientes es indispensable.
Otros casos en donde está indicado el uso de suplementos (siempre bajo supervisión de Médico y/o Nutricionista):
Cuando se tiene una deficiencia nutricional (anemia)
En caso de bajo peso o desnutrición
Cuando se desea complementar una comida para hacer un buen balance (siempre se recomienda previo hacer una hematología completa)
Cuando se tiene una demanda energética extra: por hospitalización, estrés de alguna enfermedad (cáncer, nefropatía, hepatopatía, etc.), ejercicio intenso, embarazo.
Cuando hay problemas de masticación (disfagia) o apetito bajo: en los ancianos
Cuando hay problemas de malabsorción y digestión.
¿Por qué debemos de tomar suplementos siempre bajo supervisión de Nutricionista y/o médico? Porque puede haber riesgo de hipervitaminosis, la cual es una acumulación de vitaminas liposolubles, como vitamina A y D principalmente, en el hígado. Lo delicado es que no tiene un síntoma como tal, puede presentar: desde estreñimiento, fatiga, debilidad muscular, dolor de cabeza, irritabilidad, pérdida del apetito, hasta falla renal y hepática (hepatitis leve a fulminante).
Por tal razón debemos ser consumidores informados, más si cursamos con alguna enfermedad crónica o ya está consumiendo algún otro suplemento y medicamento, por el riesgo a que pueda haber una interacción hierba-hierba o hierba-medicamento.
De acuerdo a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos-FDA, por sus siglas en inglés- estas son las siguientes recomendaciones para comprar alimentos de manera inteligente:
Evitar comprar en sitios comerciales, en personas que distribuyen los productos, o en sitios en internet, no dependa de la información ofrecida por vendedores en redes sociales.
Si las declaraciones suenan demasiado buenas para ser ciertas, dude que lo sean. Cuídese de declaraciones tales como: “Funciona mejor que un alimento”, “Totalmente seguro”, “Milagro natural”, “Carece de efectos secundarios”.
Sea consciente, el término natural, no siempre significa seguro.
Si está considerando consumir un suplemento dietético, pregúntele a su proveedor de salud si este suplemento es seguro y realmente beneficioso para usted
Leer la etiqueta y saber analizarla:
Debe tener 0% azúcar o menos del 5% de azúcar por porción.
De preferencia debe tener la menor cantidad de gomas (goma arábica, goma xanthan, ya que son fibra soluble hecha en laboratorio), que pueden causar problemas respiratorios (síntomas de gripe, irritación de garganta, nariz) y gastrointestinales (gases y distensión abdominal a corto plazo).
Preferir etiquetas sencillas, sin muchos ingredientes (a menos que haya sido recetado por un profesional de salud).
En el caso de deportistas, que contenga todos los aminoácidos esenciales: metionina, lisina, leucina, valina, arginina, isoleucina, histidina, fenilalanina, triptófano, treonina.
Si buscas alta fuente de fibra: debe contener al menos 2.5 gramos de fibra por porción.
Siempre comprarlos en su envase original, evitar comprar en envases sin registro sanitario o información del fabricante. Ver imágenes 1 y 2.
Imagen 1
Envases no aptos para suplementos, etiquetado no confiable, se puede observar que en la imagen 1 la tapa no cierra bien.
Imagen 2
No se pueden mercadear como tratamiento, o como productos que diagnostican, previenen o curan enfermedades.
“El aprender a nutrirte no es un proceso lineal”
Créditos: Licda. Paola Alejandra Linares López
Nutricionista, ISAK1, Coach Nutricional
Colegiado activo 4527
IG: @paolalinaresnutritionplan
Fotos cortesía de: @tierrasana.gt y @nutrichefguatemala
Referencias:
https://sites.google.com/site/introalaindusalimentaria/tema-1-la-industria-alimentaria/1-6-nuevas-tendencias-de-la-industria-alimentaria/1-4-3-complementos-y-suplementos-alimenticios-nutraceuticos-funcionales
Excelente información, de mucha ayuda.