¿Has oído la frase "deja que el ritmo te lleve"? La música nos ha acompañado desde el inicio de la evolución humana. Es inevitable no engancharse a ella cuando bailamos, hacemos ejercicio, cocinamos o manejamos camino a casa. Vas al spa y esperas escuchar música relajante; en una fiesta, la música es el alma y determina su éxito. Incluso hay personas que mientras pasan por una situación difícil, colocan ciertas canciones, ya sea para superar o vivir un sentimiento profundamente.
Expertos indican que la música tiene una cierta magia que permite reanimar, sanar e inspirar, que evoca a personas, sentimientos, recuerdos y emociones. Nuestro cerebro y nuestro cuerpo están conectados a la música de una forma increíble, esa conexión, a nivel musical se debe al ritmo.
Toda música lleva un ritmo, el cual se puede se puede medir por Beats por minuto (bpm), es decir, el número de pulsaciones que hay en un minuto. Nuestro ritmo cardíaco se sincroniza a esa cantidad de Beats y envía mensajes a nuestros músculos que le indican moverse junto a la pulsación.
De ahí, radica la importancia de escuchar la música cuando estamos bailando y deseamos movernos con ritmo. Sin ello, no lograremos vernos bailar ni sentir que vamos acorde a la música. Tomate el tiempo de oírla, disfrutarla y analizarla más allá de la letra. Deja que la comunicación entre la música y tu cuerpo haga efecto y date la oportunidad de experimentar movimientos que te hagan bailar con ritmo.
Créditos: María Fernanda Molina Valdés /@mafer_molina23
IG/FB: @dance.events.baile
Fotografías: @dance.events.baile
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