Empoderar el rol de la mujer en el sector financiero es una forma de fortalecer el crecimiento económico, y no debería ser visto solamente como una buena alternativa, sino como una obligación para apoyar al cambio y el desarrollo.
¿Te has dado cuenta de que actualmente la mujer juega más papeles en nuestra sociedad que hace 10 o 15 años atrás?
Desde los inicios, nuestro rol consistía básicamente en ser recolectoras mientras que el hombre se encargaba de la caza; pero, hoy las mujeres somos mucho más que eso. A medida que hemos ido en busca de libertad, valorización, motivación personal, realización profesional, independencia, entre otras; nos hemos incorporado a nuevas funciones, y entre ellas la función de ser proveedoras y administradoras financieras.
Ahora bien, la gran mayoría, no hemos sido preparadas para asumir estas nuevas responsabilidades; pero, lo hemos hecho gracias a nuestra intuición, a nuestro don de la sensibilidad, a nuestra inteligencia pragmática y la misma necesidad de continuar avanzando junto a las tendencias actuales, a las cuales no podemos negarnos solo adaptarnos.
Lamentablemente aún hay situaciones que nos limitan a participar activamente del crecimiento económico, como el hecho de que aún en el siglo XXI, más del 30% de las mujeres en el mundo no cuentan con acceso a servicios financieros, como cuentas bancarias, pólizas de seguro, acciones, créditos, intercambio de divisas, etc. Y esta es una de las causas por las que se nos hace más difícil, a las mujeres, salir adelante.
Por suerte, si hoy estás leyendo este artículo, significa que eres del grupo privilegiado que tiene acceso a internet y seguramente a servicios financieros también, así que quiero compartirte algunas claves para que manejes tus finanzas de forma exitosa.
Quiero comenzar hablando de una de las principales razones por la cual no logramos tener solvencia económica, las deudas. Quizá has escuchado esto muchas veces, no imaginas lo poderoso que puede ser si esta famosa frase se cumpliera a totalidad;
“No gastes más de lo que ganas”.
¿Cuántas veces lo has escuchado y cuántas veces has hecho todo lo contrario?
No te sientas mal si te ha sucedido, también me ha pasado, también me he endeudado, también me he enfermado a causa del estrés que generan las llamadas de los bancos, también he tenido que vender cosas importantes para pagar esas deudas, también he gastado dinero en cosas que no me han traído beneficio, también me he sentido estancada en mi vida financiera, la buena noticia es que se puede solucionar y mejor aún, se puede evitar.
Lo principal es crear un presupuesto, ¡SÍ! un presupuesto. Con él no solo sabrás cuánto ganas y cuánto gastas, sino también en qué gastas y con qué frecuencia lo haces.
Destina un porcentaje para tus pagos personales, gastos inamovibles, ahorro, inversiones, pagos de deuda y fondos de pensión. Es necesario que tomes en cuenta que un presupuesto efectivo no tiene más de un 20% destinado al pago de deudas y un 30% para pagos personales, tiene un mínimo de 10% a 15% para cuentas de ahorro, un 10% para cuentas de pensión y un 10% para cuentas de inversión.
Necesitas prepararte para imprevistos, estos son los causantes de las deudas, así que, si estás preparada para una emergencia médica, material, pérdida de empleo, o de cualquier otro tipo, no tendrás que hacer ningún préstamo para cubrirla, sino que podrás tomar de ese fondo que tienes preparado.
Comienza a invertir más de lo que ahorras, en la actualidad y con los avances tecnológicos, tenemos más acceso a invertir en muchas fuentes que nos permitirán generar ingresos, algunas de ellas son fondos de inversiones, acciones, bonos, depósitos a plazo fijo, micro créditos, bienes raíces o bienes inmuebles, oro, plata, adquirir una franquicia, pero principalmente, invertir dinero en TI.
Invertir en ti misma trata sobre todas las acciones que te permitirán cambiar de forma positiva y duradera. Esta debería ser una prioridad para cualquier persona, graba esto en tu mente y tu corazón:
Eres el activo más importante al que tendrás acceso en toda tu vida, invierte en tu mente, en tu crecimiento personal, invierte en tu salud, invierte en conocer cosas nuevas, en desarrollar nuevas habilidades, en aprender idiomas, etc.
A diferencia de cualquier cosa material en la que hoy puedas gastar y mañana puedas cambiar, tú vas a seguir siendo toda la vida tú y no hay forma que puedas cambiarte por otra, pero si puedes mejorar y crecer todos los días.
Así que recuerda siempre que Tu YO del mañana y tu éxito financiero se determina por las acciones que hagas hoy.
Créditos: Lupita Sian
IG: lupitasian
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